Últimamente hemos visto robots capaces de hacer algo parecido al arte, aparatos con la capacidad de aprender y ahora algo más complicado, el campo del sentir. A quienes nos gusta la ciencia ficción sabemos que este tema es de los más tratados.
Por naturaleza somos seres sociales y siempre buscamos sentirnos amados, acompañados y deseados, en resumidas palabras “no estar en soledad”, es por esta y muchas razones es que siempre se está buscando la forma de que la tecnología vaya más allá y siempre se está intentando construir maquinas que tengan sentimientos y sensaciones humanas, una idea realmente sobrecogedora.
Imaginen que una mujer nunca fue capaz de concebir un hijo propio, o una madre que ha perdido a su pequeño y único hijo, la gran mayoría siempre busca que hacer antes estas situaciones desconocidas, ¿Cómo llenar el vacío que hay en nuestros corazones?, ¿Cómo llenar ese deseo de sentirse amados?, multitudes de dudas, preguntas y miedos nos invaden y sentimos no poder resistir vivir una vida que de repente ha cambiado y nos hace sentirnos totalmente desamparados para afrontar lo que nos parece imposible.
Planteemos otra situación, en donde por azares del destino un hombre o una mujer, nunca han sido capaz de encontrar a esa persona que complementaria su vida, o un anciano sin hijos y solitario, nadie que le dé una palabra de aliento.
Estas y muchas otras situaciones nos hacen preguntarnos ¿Realmente algún día, podrán los robots tener conciencia y sentimientos, que llenen nuestros corazones?, Steven Spielberg en el año de 2001 nos presentó posiblemente su mejor película “Inteligencia Artificial”, donde nos muestra la fascinante historia de un niño-robot que desea ser fuertemente amado por sus “desconcertados” padres adoptivos, donde en un futuro no tan lejano la tecnología ha conseguido que las maquinas tengan sentimientos y sensaciones humanas, está maravillosa historia fue interpretada por uno de los mejores actores infantiles de Hollywood, Haley Joel Osment, (en aquel tiempo se creía que ningún actor infantil podría interpretar con suficiente credibilidad a David -el pequeño robot-), aunque David es un robot, su madre adoptiva logra sentirse reconfortada y logra conectar suficientes emociones con David, para que ambos se sientan amados, a tal punto que el robot cree que es un niño real,sin embargo entre más humano se va haciendo, menos cómodos se empiezan a sentir sus padres con él.
La película también nos presenta robots que son capaces de entretener y cumplir deseos de sus clientes, están preparados para la satisfacción de las necesidades humanas.
Esta es una tierna y a la vez dolorosa historia, con la que muchas mujeres, hombres y niños han llegado a sentirse identificados.
¿Será posible llegar a tal punto?, ¿Superaremos de alguna forma la muerte?, ¿Echaremos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar el dolor? ¿Ustedes que opinan?